Jesús "expulsaba demonios"

Jesús "expulsaba demonios" (Mc 1,21 ss). Hoy no creemos en "los demonios", por eso no los combatimos; pero existen. En nuestra sociedad y hasta en nuestras iglesias podemos encontrar a personas encadenadas por los malos espíritus de la avaricia, la violencia, el afán de figurar o de dominar al otro..., u esos otros "demonios" que conducen al fanatismo, el rigorismo, los escrúpulos morales, el autoritarismo, el control de los demás, la indiferencia ante el sufrimiento ajeno o incluso al abuso de los más débiles. 

Las leyes de los parlamentos, o los ritos y devociones de las religiones no tienen ningún poder sobre estos malos espíritus, incluso a menudo los refuerzan, dándoles una apariencia de "legalidad" o de bondad. Sólo el encuentro directo con la persona de Jesús "trastorna a los malos espíritus" y "libera a las personas". 

La salud de una persona, o de una comunidad cristiana, no depende de las "formas externas" sino del encuentro y de la fe en Jesucristo. Sin ese cambio y liberación interior, que brota del encuentro interpersonal con Jesucristo, las ceremonias sirven de bien poco... 

Joan Llidó

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Imagen: El pago del tributo (1424-27) detalle rostro de Jesús, Masaccio. Capilla Brancacci, Santa Maria del Carmine, Florencia.