Anunciar. Comentari de l'evangeli de hui

 Jesús en la sinagoga de Nazaret
Lc 1,1-4; 4,14-21:
«Hui s'ha complit aquesta Escriptura que acabeu d’escoltar». Pare atenció i pense que, encara que hem de viure oberts al futur, gran part de la nostra vida estem atents a allò que no hi és, a la nostàlgia del passat i/o a l'expectativa del que ha de venir. Jesús parla d’una realitat present en nosaltres, no del compliment d’una profecia o una promesa per al poble d'Israel, les seues paraules són l’Evangeli, bones notícies per a tots.

Llavors significa que som lliures ja per la paraula i persona de Jesús, que no cal esperar un altre llibertador ni esperar el més enllà? Supose que no cal esperar el que Déu ja ens ha donat en Ell, en la Creació i l’Esperit que ens habita. No tindríem aqueix sentiment dolorós que produeix l'opressió i la submissió patides, si no tinguérem arrelada la idea de llibertat amb la qual hem estat creats. On és l’Esperit, hi ha llibertat.

Però, en què consisteix aqueixa llibertat ‘divina’? Potser hi he trobat la resposta: «La libertad es un acto de obediencia o sujeción a la vocación»*. Déu és amor. Nosaltres som amor. Som lliures i alliberats per obeir el que som: amor. Així, som una llibertat compartida per superar l'individualisme instintiu que ens separa. Un mateix cos, ens diu Sant Pau en la lletra que hui ens dirigeix, un mateix cos que beu d’un mateix Esperit lliure, amatent... Algú pensarà que les paraules de sant Pau són pura fantasia; crec que són la possibilitat d’una societat igualitària a l’estil del Déu que és comunió de persones que viuen una en l’altra, una per l’altra. No hi ha opressors ni oprimits en un mateix cos, perquè ¿com oprimir a una part de mi o sotmetre-la?
                                             
J.V.T. i carminis                                    

«Hoy se ha cumplido esta Escritura que acabáis de escuchar». Presto atención y pienso que, aunque hemos de vivir abiertos al futuro, gran parte de nuestra vida vivimos atentos a aquello que no está, a la nostalgia del pasado y/o a la expectativa del que tiene que venir. Jesús habla de una realidad presente en nosotros, no del cumplimiento de una profecía o una promesa para el pueblo de Israel, sus palabras son el Evangelio, buenas noticias para todos.

¿Significa que somos libres ya por la palabra y persona de Jesús, que no hay que esperar otro libertador ni esperar al más allá? Supongo que no hay que esperar lo que Dios ya nos ha dado en Él, en la Creación y el Espíritu que nos habita. No tendríamos ese sentimiento doloroso que produce la opresión y la sumisión sufridas, si no tuviésemos arraigada la idea de libertad con la cual hemos sido creados. Donde está el Espíritu, hay libertad.

Pero, ¿en qué consiste esa libertad ‘divina’? Quizás he encontrado la respuesta: «La libertad es un acto de obediencia o sujeción a la vocación»*. Dios es amor. Nosotros somos amor. Somos libres y liberados para obedecer lo que somos: amor. Así, somos una libertad compartida para superar el individualismo instintivo que nos separa. Un mismo cuerpo, nos dice San Pablo en la letra que hoy nos dirige, un mismo cuerpo que bebe de un mismo Espíritu libre, afable... Alguien pensará que las palabras de Pablo son pura fantasía; creo que son la posibilidad de una sociedad igualitaria al estilo de Dios que es comunión de personas que viven una en la otra, una por la otra. No hay opresores ni oprimidos en un mismo cuerpo, porque ¿cómo oprimir a una parte de mí o someterla?

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* María Zambrano, «Sobre una educación para la libertad», Revista de Pedagogía 156, (1934), p. 160.  

      
            Desde que comenzamos a hablar en nuestra parroquia de la necesidad de una nueva evangelización, habéis estado a la expectativa a ver qué pasaba. Ya visteis que hicimos una semana de puertas abiertas, y os pedíamos que invitarais a familiares, amigos, compañeros de trabajo y conocidos, por si les podía interesar algo. Fue un primer intento, pero no bastó. Ahora vamos a comenzar una segunda semana de puertas abiertas a partir del 2 de febrero. Esperamos que colaboréis mucho en la difusión. Porque a las personas que vengan por un motivo cultural o religioso, queremos ya invitarles a un Curso en plan amigable en que nos plantearemos las preguntas de la vida y daremos a conocer la respuesta que nos ha dado Dios en Jesús. El curso de 10 sesiones lo pensamos iniciar el 22 de Febrero. Vayamos pensando en qué personas que aunque no vienen a misa, o se alejaron de la práctica de la fe, o incluso dicen no creer, pero que aceptarían verse con otras personas creyentes y plantearse las preguntas de la vida, que todos inevitablemente nos hacemos.
            Para cuando nueva gente se atreva a volver a la misa, estamos preparándonos para ser una comunidad acogedora. Por eso hicimos el domingo pasado el signo de compartir nuestros nombres. No los olvidéis, e interesaros por conocer otros. Si no ven cómo acogemos de bien a las personas y cómo nos tratamos bien, si no ven una celebración cristiana digna y bella, sinceramente creyente, esperanzada y misericordiosa, no es fácil que les atraiga venir a la misa.
            Vamos a invitar a las familias de los niños que tomaron la Primera Comunión en nuestra parroquia otros años y a sus amigos, a que vengan el día de la candelaria, a la misa de 6 de la tarde o a las 8, para que sepan que no les hemos olvidado, que queremos contar con ellos para hacer nacer el grupo juniors, de muchachos y muchachas, que comparten vida, aficiones y sobre todo la fe cristiana, y a su tiempo poder ser confirmados en dicha fe.
TODO LO QUE PODÁIS DAR A CONOCER LO QUE OFRECE NUESTRA PARROQUIA, E INVITAR A PERSONAS CONCRETAS, ES AHORA LA COLABORACIÓN QUE PODÉIS HACER LOS FIELES, PARA RELANZAR LA NECESARIA EVANGELIZACIÓN  DE NUESTRA SOCIEDAD. 

J.V.T.  

         

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