Domingo de la Santísima Trinidad

Jn 16,12-15:
“Todo lo que tiene el Padre es mío; el Espí­ritu tomará de lo mío y os lo anunciará”. Comunicación y diálogo. Entre personas. Verdad plena en el amor. El misterio de Dios que se revela. El Hijo que habla del Padre por el Espí­ritu. Penetrar en la verdad de Dios es saber de nuestra condición humana. Cargar con su verdad. Fuerza y guía. Paso a paso. Un pie delante del otro. Los dos en el suelo. Para levantar la cabeza y continuar. El acceso al Padre es Cristo en el Espíritu. Constancia, virtud y esperanza. Dios no defrauda porque ama. Se derrama en conocimiento y vida. Espíritu.

Buenos días!
Feliz Domingo de la Santí­sima Trinidad!

Gonzalo                                                   
El regal
Abraham no sabia qui eren aquelles tres persones que van aparéixer a l’alzina de Mambré...  Saber no és cap obligació per tal de creure. Supose que Déu és una realitat més aïna per a ser viscuda que coneguda, viscuda perquè és Vida. Va enviar el seu Fill perquè sabérem d’Ell, i va deixar-nos el seu Esperit en aquesta realitat, en l'Evangeli amb les seues històries senzilles i tendres que transmeten Vida vertadera, que ens predisposen perquè Ell succeïsca ací i les nostres xicotetes vides puguen ser autèntics trossets de la seua.

Parle d’açò i vull parlar de la Trinitat, diuen que és un misteri incomprensible, tal vegada perquè ens entossudim a voler entendre-la a la nostra manera, en lloc de rebre-la com va fer el vell Abraham. La nostra fragilitat també consisteix a no entendre’n. La Trinitat, no cal dir que no l'entenc, però l'agraïsc com un regal sorprenent d'Esperit, Amor i Vida que no posseïm, sinó que es concreta en una manera d’estar al món, la qual cosa és participar d’ella. I si és un misteri, no debades, està en cadascun de nosaltres i també és nostre.   

El regalo
Abrahán no sabía quién eran aquellas tres personas que aparecieron a la encina de Mambré... Saber no es ninguna obligación para creer. Supongo que Dios es una realidad más bien para ser vivida que conocida, vivida porque es Vida. Envió su Hijo para que supiéramos de Él, y nos dejó su Espíritu en esta realidad, en el Evangelio con sus historias sencillas y tiernas que transmiten Vida verdadera, que nos predisponen para que Él suceda aquí y nuestras pequeñas vidas puedan ser auténticos trocitos de la suya.

Hablo de esto y quiero hablar de la Trinidad, dicen que es un misterio incomprensible, tal vez porque nos empecinamos en querer entenderla a nuestra manera, en lugar de recibirla como hizo el viejo Abrahán. Nuestra fragilidad también consiste en no entender. La Trinidad no la entiendo, pero la agradezco como un regalo sorprendente de Espíritu, Amor y Vida que no poseemos, sino que se concreta en una manera de estar en el mundo, lo cual es participar de ella. Y si es un misterio, no en vano, está en cada uno de nosotros y también es nuestro

carminis

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Imagen: Abrahán y los tres ángeles (1931), Marc Chagall, Museo Nacional Marc Chagall, Niza (Francia).

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